Susana Saporiti nace en Buenos Aires. Egresa de la Escuela Industrial de Artes Aplicadas Fernando Fader como maestra de dibujo , grabado y metales. Su formación en pintura la debe a Elena Wisnia, Francisco Travieso y Juan López Taetzel.
Exposiciones:
1960 Realiza algunos murales para el salón comedor de la Facultad de Medicina de Bs. As.
1961 Colabora con la grabadora Beatriz Juárez en su taller.
1963 Obtiene el 2º premio "Mural" otorgado por la Asociación Argentina de Floricultura en la Galería de Las Américas.
1970 Integra el taller de la pintora Elena Wisnia.
1971 1º Exposición Individual en el "Club Dr. Marcelo J. Fitte" (Cap. Fed.).
1972 2º Exposición Individual realizada en la "Casa de la Cultura de Ramos Mejía".
1974 Expone la serie de Collages "Homenaje a Proust basada en su obra "En busca del tiempo perdido". Expone en el estudio del pianista Guillermo Iscla una serie basada en el "Réquiem" de Gabriel Fauré, (homenaje).
1976 Muestra Individual en la sala de exposiciones "Eckos" de Bs. As.
1988 Es Integrante del taller de Francisco Travieso.
1990 Expone en la Galería "Christel K" de Bs. As.
1992 Participa de diversas muestras colectivas: Estímulo de Bellas Artes, Museo Sívori, Salón Nacional de Artes Plásticas (para autores de origen italiano).
2000 Integra el Grupo de La Boca del Museo Sívori junto al maestro Juan López Taetzel.
2003 Reside en el barrio de La Boca donde tiene su taller. Magallanes Nº 949 / Te. 4301-4420.
2003 Expone "Imágenes de La Boca" en el Centro Cultural Recoleta.
2004 Es invitada a inaugurar con una exposición de 15 obras el Espacio multiarte de la Sindicatura General de la Nación.
Susana Saporiti, integración formal y cromática, austeridad y belleza.
Los paisajes de La Boca de Susana Saporiti nos transportan a un universo formal, elaborado en base a escenas de interior, el puerto, calles, edificios singulares, con el mar de fondo. En unos casos reflejado en las pinturas en cuestión, en otros se intuye y en los más, está ahí, aunque no se puede ver. La Boca es un lugar emblemático para la creadora plástica argentina y se nota.
Su acción pictórica se concentra y canaliza hacia la consecución de elementos que, una vez desarrollados, conforman los cimientos de paisajes que poseen una gran personalidad.
Procura simplificar el contexto general que los conforma, destacando la ausencia de figura humana. Se adentra en los ángulos y zonas más emblemáticas, con precisión, pero sin importarle el ángulo, buscando posiciones complejas, algunas poco usuales, pero, siempre, dentro de una claridad compositiva.
Emplea el óleo sobre tela, sin abusar de la pincelada gruesa, tampoco del gesto, ni del empaste matérico, pero siempre con la intención de determinar el alcance de la propia elaboración. Consigue de esta forma una armonía entre forma, composición, ángulo, zona, color y distribución de elementos.
Es una constructora formal, claramente sintética, porque con cuatro elementos conforma un paisaje, que, sin embargo, no está desnudo, sino que posee mucha vida interior.
El color es variado, luminoso, resaltando las horas de sol, la iluminación del astro rey incidiendo con mesura en los edificios y casas, asentando una obra situada en la dinámica compositiva entendida con determinación, armónica, mostrando el equilibrio general existente.
Sus paisajes de La Boca son muy especiales para la pintora argentina, nacida en Buenos Aires, dado que viaja hacia los interiores laberínticos de la propia forma, que es abstracción pura. En algunas obras es capaz de abstraer la forma de tal manera que lo que se contempla es la forma en estado puro. En otras, los ángulos de la composición escogidos muestran paisajes, unas veces con claridad, porque hay mayor cantidad de elementos descriptivos, mientras que, en otras, su discurso se vuelve más austero formalmente hablando.
Por otra parte continuamos viendo el discurso de la forma en su obra basada en el desnudo femenino. Se adentra con precisión, buscando la calidez, la forma por la forma, dentro de los cánones de la belleza, del equilibrio general en el que zonas claras e iluminadas se alternan con otras zonas más elegantes y bellas directamente estructuradas.
El desnudo, que es esencialmente femenino, destaca por su calidez, dado que los colores que utiliza resaltan la armonía de formas en un entorno bien distribuido. Hay una ausencia clara de elementos de complemento, porque a la artista le gusta resaltar la composición basada en el desnudo como expresión de pureza y estructura.
Sus otros paisajes, siguen las directrices generales de su discurso más emblemático, basado en el equilibrio de formas, la utilización comedida del color, pero sin renunciar a su calidez y a la intensidad de tonos. En realidad elabora paisajes dentro de otros paisajes, porque pinta fragmentos de los mismos, que le introducen a otros paisajes, cambiando el sentido general de lo observado. Y ello es así, no por presentar nuevos planteamientos de paisaje en línea con la actualidad, sino que lo que realmente realiza es una aproximación de la composición a partir de la teoría de que cada paisaje encierra a otros miles y millones de ellos, como la dinámica que conforma la vida misma.
Estamos compuestos por millones, trillones y trillones de células, cuatrillones de posibilidades formales, pero, sin embargo, una visión más clásica nos reduce a unos pocos planteamientos.
Sus series dedicadas a interiores y sus bodegones exhiben nuevas posibilidades combinatorias en las que forma, color, perspectiva, ángulos, líneas, estructuras y arquitecturas inciden en un planteamiento, en el que tiene mucha importancia la luz y la perspectiva. Según la cantidad de luz, respecto a la consideración general de la iluminación de la zona, la cantidad de ángulos que intervienen transforma la idea. Un mismo objeto, ramo, florero, etc. se oscurece o ilumina según la luz, cambiando la forma. De ahí que la iluminación de todo lo pintado dependa de la cantidad de luz e incida en el resultado formal final.
Es una artista que cuida las perspectivas, la distribución compositiva, los ángulos, el color y las líneas, buscando los apuntes de originalidad formal y cromática a partir de la esencia de su visión.
Nota: texto realizado para la Exposición de Susana Saporiti en Hipólito Restó & Arte.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte